Capeolus capreolus

 Capeolus capreolus

(el corzo)

Breve clasificación científica:

• Clase: Mamíferos
• Orden: Artiodáctilos
• Familia: Cérvidos

Descripción: 

• Longitud de cabeza y tronco: Hasta 135 centímetros
• Altura en la cruz: 75 centímetros 
• Gestación: 5 meses y medio
• Camada: 1, 2 o 3 crías

Se tratan de un cérvido que posee las extremidades posteriores más largas que las anteriores lo que le da gran capacidad de salto. Color leonado claro en primavera y verano y en invierno su pelaje se torna color rojizo. Es característico en ellos una mancha negra en el hocico. Poseen una pequeña cuerna rugosa que utilizan como arma durante la estación reproductora.. La hembra carece de cuerna. Las crías poseen un pelaje rojizo salpicado de manchas blancas a lo largo del dorso.

Características: Son animales con un gran sentido territorial y los machos durante la estación reproductora  lo defienden celosamente. Viven en pequeños grupos de un macho, una hembra y una cría de menos de un año. En ocasiones en invierno se juntan 2 o 3 familias. Las hembras paren 1, 2 o rara vez 3 crías durante la primavera. La hembra oculta a las crías a una distancia de 10 o 15 metros, de manera que para un depredador resulta más difícil encontrar y acabar con toda la camada.  No se alimentan exclusivamente de hierba, sino que también consumen hongos, brotes de alisos, abedules y agujas de pino. Al final del invierno, en febrero, empieza el crecimiento de la cuerna del corzo, que aparece en similitud a los ciervos cubierta de un aterciopelado tejido, el cual se seca y se cae sobre abril, dejando al descubierto las duras y afiladas armas.     Hábitat: Se trata de un mamífero forestal, que solo abandona el bosque para alimentarse en los prados que los rodean. Se pueden ver al atardecer y al amanecer mientras que por el día  permanecen en sus refugios. Su abundancia resulta un problema para las zonas en las que habita, debido al gran número de árboles jóvenes destruidos, por lo que regularmente se organizan batidas de caza controlada eliminando a los ejemplares más pequeños, que son los que menos territorio ocupan y por tanto su daño proporcional al bosque es mayor.